Lucho, brazada de ahogado...


Paul Klee













Bracear el día


Los ritos como salvavidas,
cómplices contraseñas,
la sociedad a deriva
inunda cuartos, aceras.
Urbe desbordada de humanos,
si pudiera no ver, ignorarlos,
Marejada de cien facciones,
cacofonía de miles de voces.
Y los ritos como normas.
 Lucho, brazada de ahogado,
voy por la corriente del día,
amigos como mojón, escapulario,
gestos apreciados. Me desarmo,
marejada... floto vida a abajo,
río abajo, vivencias abajo...
corriente de vivir, desgano...





Plural


Aquí en esta comunión
de libertades comparto
mi despojado destino,
confesables desatinos,
mis piedades, mis terrores.
Felicidad de dar y recibir,
gestado espacio, dulce fin
de co habitarnos. La tarde
es un nosotros vasto y vale,
cuenta como punto de amarre,
desde él los sueños se nos nacen
y nos pueblan, nos fortifican.
Plural para conjugar la vida,
¿anticipo de la eternidad?,
quizás...                  quizás...





Paul Klee















Estos buenos deseos deshojados a labios...


Perez Celis





















País 2013

Realidades yuxtapuestas, es cuestión
de no querer ver, negante obsesión.
El país habla sus idiomas y enloquecemos,
Frustrados sueños, mundos en paralelo…
Somos todos partes de este hoy quebrado,
estallan voces, por las hendiduras
gotean almas, almas que sangramos…
No es el ahora lo que duele, si lo que vendrá,
gangrena, pústulas, autista soledad.
 11-12-13.-






Mar dulce


Yo te quiero con la mirada,
desde ella mi visión resbala,
se hunde en tus ojos, busca
respuestas, a pupilas se entrega,
por las tuyas se embebe y navega.





Nosotros pájaros


Diciembre es luz,
ella se filtra tras las persianas,
nos introduce a la mañana.

Es hora de vivir,
siempre es hora, pese a la locura urbana
hay zorzales enardecidos.

Pese a los dolores sociales
persistimos, como pájaros porteños
retumbamos en el alma.

Vivir es este disparate,
estos buenos deseos deshojados a labios,
a sonrisas, a misterios.

Sociedad de pájaros,
poseemos a retazos: casi alas, cielos,
tenaces, magros.

Otros sobre la acera
dejaron de descubrir clarear el alba
víctimas de tormenta.



Raquel Martín  

Bruma inesperada sobre un Buenos Aires, tan gris...


Lola Frexas









Parque y luna


El parque me conmueve, siempre el parque,
él y hoy una luna de oriente,
pedir tres deseos, desear la suerte
envuelta en gasas nocturnas. Irreverente
el paisaje está allí y se ofrece
a mis ojos habituados y aún perplejos.
La soledad, los árboles, julio y sus tramas
tajean horizonte, bosquejan hojarascas,
deseos de brotes, la noche es una vasta
belleza, un asombro, una admiración.
No puedo pasar sin estremecerme,
luna sobre el parque, la ciudad detrás se pierde,
se doblega, se entrega, detrás continúa
y nuestras vidas de ínfimos mortales.
La imagen a ras de mis párpados late.




















Sabor a Buenos Aires

(Bolívar e Hipólito Irigoyen)


La recova se curva, en caricia redonda
envuelve la visión y la tarde,
todo entra en una sola mirada,
se dulcifica el sabor, labios y taza,
canela y café, bruma inesperada
sobre un Buenos Aires, tan gris,
muros del Cabildo, gris de almas.
Y yo aquí, me regalo esta grata
cita, te enfrento ciudad amada,
espectadora detallo cúpulas, rostros,
coloniales formas, molduras desafiantes,
desde dentro esta sensación de amparo
me recrea un mundo inexistente,
te observo y me deleito golosamente.



Lola Frexas



Vamos del bracete de la vida...


Pérez Celis













A filo


Todos los temores del mundo nos invaden,
ser sujetos de la suerte es golpe grave
a la razón y así, a empellones, entre prisas
y desmemorias vamos del bracete de la vida,
anestesiándonos el pánico de cada día.






Consoladora lluvia

Y la lluvia lava la tarde,
la empapa, nos penetra
cuerpos y largas tristezas,
es lánguidamente bella,
esta exuberancia de gotas
flota en el aire, moja, roza,
la respiro vaporosa, con ella
las capas de grises se desfolian,
mi marcha topa contra nubes caídas,
aspiro y en esta simple gesta
lavo temores que se enhebran,
hoy es inquietante. Llueve, me basta,
la calle en gotas gotea calmas,
magnánimos sepias de brumas,
la realidad que se trasluce
se vuelve así inocente lluvia.


















Turner


Voy a saltos tras el impredecible destino...


Yayoi Kusama













Confines sin fin



Piel a piel, el tacto desmiente
la realidad de límite, creer
que no hay materia ajena, negar
tuyo o mío, mis yemas, las tuyas y más,
rodillas, muslos, casi no hay
otra sensación, rozarnos, dejarse amar.




De hijos (2002)


Si corro tras tu voz, tus constantes apremios,
el tiempo se escurre, se conjuga en nuestro,
autónoma reclamo espacio, acapararte
a veces, contradictoria otras: emanciparme,
la tarde de vacaciones se amolda a su ritmo,
voy a saltos tras el impredecible destino,
ser madre no es fácil, ni descansado.
Es difícil detener la vida, mutás y en vano
será simular que no han existido cambios.

Les admiro, paladeo momentos, me asombro,
y vivir nos lleva, vientos de vida, a su antojo.


















Joan Miró


Yo araña en mi rincón...




















Movimientos en mi red

Tiendo redes, líneas,
son llamados, charlas
en que poco y nada
queda como saldo.
Yo respiro oxígeno,
aire renovado de amigos.
Yo araña en mi rincón,
la urbe indolente en sábado
late en luces, sin escándalo
febrero a ventana abierta
deja entrar a la luna llena.
Aspiro luna y amigos,
con todo esto sobrevivo.
Entramado de fibras, tela,
frases negando las distancias,
la red se enluna y tiembla.




Vivir

Medir lo imponderable,
se nos escapa, se nos abisma
como la vida misma...
Transitamos bordes,
sin pensarlo ni temerlo
Inconciencia,
¿qué habrá detrás?.
Y ésto es vivir,
olvidar, negociar
con la diaria amnesia.


 Fotos : Elisa Rezzonico


¿Cuáles son los honores o las glorias, cuáles?...

Fernando Fader

















Amanecemos

Mi mano se eleva
hasta la medida justa
y la oscuridad se turba,
no hay tanteos, trazo preciso
la palma en el aire:
encender la luz
y la mañana se abre en azul.
Cómo autómata: la taza,
la llave de gas, el agua hirviendo,
autómata de todo menos del beso.
Mis pasos como ayer enhebran
la mímica de siete y treinta,
rituales del espejo, la cartera.
Y en esta sin razón de lo cotidiano:
tu beso esencial se va estrenando,
cada día como nuevo, se va estrenando.




Atardeceres


¿Cuáles son los honores o las glorias,
cuáles?... Más acá del sol, se moja
la tarde en rastros de luz, en gotas,
el aire flota en polvo dorado, para todas
las visiones, las miradas todas,
sobre nosotros comulgan sol y atmósfera.
Vamos anónimos, preocupados.
Ronda de este día, similar a ayer,
rumiando pequeñeces dejarnos ser,
miserias que se esconden, la ciudad
de a poco encenderá sus luces y habrá
puntos, puertos, puertas para llegar.
Instantes íntimos de cada atardecer,
en los cuales agonizamos con él.
Escuchemos detrás de los ruidos,
como la noche se descama, negra piel.
¿Cuáles son los honores o las glorias?,
vulnerables atravesamos esta hora.




Fernando Fader

















¿Cómo regresar de aquel horror?...


Ricardo Carpani



















Muerte Quom


Vergüenza, pura impotencia,
combinación que nos lacera
las palabras. Humilla callar.
Hemos retornado a la caverna,
duele el dolor ajeno, inocentes,
sin explicación, impunemente
la historia es otro recuadro,
uno más, un agrio comentario.
¿Cómo regresar de aquel horror
a la diaria ceremonia del día?...
Asesinan a golpes, duele imaginar.
Y las caras continuan, pantomima
de ciudadanos distantes, es bien distinta
esta urbe que cobija. ¿Cómo retornar?
al saludo, a las charlas con sus risas,
ha sentirnos civilizados, solidarios...
Vergüenza ante el crudo desamparo.




País 2013

La realidad de todos se faceta,
las frases se largan a medias,
medimos al otro, su reacción.
A veces callo, entonces las palabras
burbujean en la garganta...
frases con filos, incoherencias,
inmadurez de no vernos diversos.
Así vamos orillando verbos,
proscribiendo temas, pensamientos.
La realidad abierta en mil grietas
hiere, deja damnificados, quema...
Cuántos países simultáneos que vivimos...
Detrás la música, las risas, las diatribas,
a raz de los pies, una tierra, muy debajo,
única y viva, y el dolor rondando...



Ricardo Carpani



Bebo de la luz, y es sano...

 













Mendoza, 2013

Ávidos y hambrientos pero gozosos
acariciando horizonte mis ojos
delinean montañas. El aire es otro.
Se abre a la luz, cae dibujando
sobre calles esqueletos de plátanos.
Miro, enfoco, obturo neuronas,
revuelvo horas, detalles diluidos, memorias.
Uno tiempos, como lazadas, y anudo.
Embriagador juego de evocaciones,
la vida, sus seres entre claro oscuros.
Bebo de la luz, y es sano, mastico de a uno
instantes recuperados. Ellos me nutren
como este roce con las hojas, se funden
viento y tiempo, seres por siempre amados,
coexistencia de conjugaciones perdurando.


 


  










Hoja

Ocio obligado, estar y yacer,
yo que amaso tiempos escasos
y hago en ellos mis ritos diarios...
Me entrego..., mirar a la luz, líneas
como sombras de viento, esquivas.
Inesperadamente una hoja cae,
la sigo a mirada, ondulado viaje.
Recorrer este halo, espacio y tiempo,
con ella caer, tensar del momento.
Soy árbol ocre, magnánimo, me deshojo,
soy esa sombra mínima devorada luego,
y la luz que nos cubre como sosiego.
Yacer y rozar vida, entrarla en silencio.


  


Seis patas
  
La foto te  congeló en tu ternura...
comerte a ojos, lenguaje silencioso,
mi mano persistiendo en tu lomo...
Qué magro es lo que necesitamos,
nutrirnos en el encuentro. Vacuos
los gestos del día siguieron girando...
nos llevamos a rastras cada sombra,
los pasados mellados, las inciertas formas
en las que mutará la existencia. La tarde
se desglosa, se abre en momentos triviales,
allí, simples dos, hemos escondido el instante.


 













 Fotos: Elisa Rezzonico

Sólo la percepción, la sospecha...
















Querernos

De la suma de los instantes
que marcaron esos cuatro días
elijo uno, yo en forma subjetiva
me instalo bajo aquella luz,
un desgranado sol de junio
y la volatilidad del mediodía,
en la fuente palomas, nos ignoraban,
aleteos, baños rituales, danzas,
contraluz de gotas que se multiplicaban,
yo tome fotos, mi camara precaria
mi mintió desde su fragil eternidad,
nada retorna, ni siquiera es magnífico,
sólo el contacto de las pieles tibio,
evanescente, palpable, sólo los labios
y el lenguaje de querernos, es extraño
ni opulencia ni lujuria, tanto descarto,
la proximidad de dos cuepos, su dulce desgano.


















Cielo de julio


Sólo la percepción, la sospecha
de una belleza derramada,
de una visión capturada,
entre párpados y miradas
me conmueven, me estremecen,
en este asombro estoy feliz.
La noche es generosamente
bella y se despliega sobre mí.






Josefina Robirosa













Charlas con Alicia (84 años)

Vienen por vos, los espectros tibios de tu infancia,
los amores viejos que has macerado en el alma.
No sé si lograrán reunirse,
lo que hay detrás es indefinible...
Tal vez la memoria organiza este fin de fiesta
como si, simple, cada vida ya sufrida lo fuera.
Ellos regresan a amor...
marcaron memoria y don...
Las frases, tus frases reiteradas los convocan,
el final único, sin sentido revelado, me obsesiona,
recontadas, labradas historias,
dura invalidez, impiadosa,
la mente batalla, fibras, huesos, desamparos.
Y la vida y la muerte, territorios que habitamos.




Ante mí

A la vuelta de mí misma
hay otra, ajada, parecida
y a la vuelta otra, se desligan...
¿Cuántas desde mí me esperan?,
cada una confusa, más incierta.
Giro y sorpresa, -ay, incertidumbre.
Y esto es vivir, envejecer,
umbrales que se cruzan, otra piel,
otros ojos mirando furtivos,
y el horror de los muchos olvidos,
y la amnesia tal vez piadosa,
y la carne como un anticipo
de la materia corrompida.
Contracara de estar en vida.
Me detengo, asida me sostengo,
sensación, náuseas y vértigo.

Josefina Robirosa

















Poco importa empalagarme...


Leonid Afremov





















Para comerte mejor

Aún te pienso
y la tarde se endulza,
aún regreso
a tu imaginada figura
y la deshilo
entre mis sueños. Usura
de tenerte,
siento esa avara necesidad
y casi sin más
la tarde se aroma a vos,
relajo de quererte,
poco importa empalagarme,
te apetezco,
me ofrezco como banquete.
Gocémosnos,
se abre una cuña en el día,
hueco de vivir, huida.




Amigas (cónclave)

Como entre signos de interrogación
así transitamos y así somos,
frente a tanto imprevisto tomo
la incondicional espera vuestra,
el respeto ante mis diferencias.
En elástico rito nos amoldamos,
la húmeda tarde de julio es calmo
cruce para poder poner en común:
tiempos, carencias, los azares.
Aquí estamos, no importa parecer,
lo que sentimos a ras de la piel,
la vida sobre la palma de las manos,
comulgar días, esto poco, como en un abrazo.



Silvia Ariza