Desfiladero de los días, por sus bordes vamos...
Los calendarios son convenciones pero aunque la razón se rebele estamos sujetos a ellos. El cierre de 2009 nos lleva a reflexionar y de ello surge en mí como esencial la necesidad de agradecerles su presencia en Poemar.
La palabra escrita no es nada sin el lector que la percibe, la recrea y le da vida. Gracias!
Reciban los mejores deseos para el 2010, que cada uno logre lo que ansía desde el corazón.
¡Felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estos gastados días
Esta mínima tranquilidad
me brinda espacio para extrañar,
para deshacer imágenes en el humo
manso de la desmemoria, de a uno
anudo y desanudo esas, tus frases,
acaparo olores en los frágiles
márgenes del recuerdo, destapo
y huelo tu presencia, tus rastros,
repito palabras que dijimos, supuestos
que flotaron entre ambos. Casi puedo
besarte ojos, frente, párpados.
El día seguirá con su rueda,
yo iré agradecida de sus giros,
hasta la orilla de la noche nueva
para beber de un simple, cansado beso.
A veces en estos días desgastados
es esencial el gesto de querernos.
A filo
Todos los temores del mundo nos invaden,
ser sujetos de la suerte es golpe grave
a la razón y así, a empellones, entre prisas
y desmemorias vamos del bracete de la vida,
anestesiándonos el pánico de cada día.
Claude Monet
Al filo,
Palabras que traen confusiones, dulce es compartilas...
Aniversarios
Los días se entregan, reciben sus nombres,
caprichosos, antojadizos son los motes,
inventamos jornadas, luego las marcamos...
No existen fechas,
tampoco recordatorios,
tal vez tampoco nosotros...
Obstinación nuestra de medir lo incontable,
de perdurar, de trascender, el ocaso cae
y cada ciclo se reinicia, somos prescindibles.
No hay hombre o sol
que tenga el universo en torno,
simple obsesión del somos.
Lenguajes y equilibrios, mutación, desgaste,
somos transitorios, simples integrantes.
Somos casi algo
en el algo de algo,
eternos movimientos.
Yo igual a los demás titulo días, etiqueto
vivir se llena de nombres que amo,
frases en las que desagua el alma.
Nombres mansos
que doman miedos,
irreversibles hechos.
Aquí estamos tan desarmados,
y sólo enarbolando las palabras,
huérfanos, descastados, la vida es nada.
Mar dulce
Yo te quiero con la mirada,
desde ella mi visión resbala,
se hunde en tus ojos, busca
respuestas, a pupilas se entrega,
por las tuyas se embebe y navega.
Nocturno
Pérez Celis
Somos en el el tiempo esto que somos...nada
Cronos
En el tiempo del cosmos
tal vez somos
como nubes indefinidas,
cambiantes. Hondo
los aires de vivir o de morir se agitan,
los vapores se abren,
las deshiladas figuras, los mares
de vidas, la nada.
Elevar el rostro, remontar miradas,
contra fondo infinito,
el ahora nos miente y se estalla.
Brebaje
¿Por qué será?, el remolino de café
tiene tu nombre, yo giro en él
y reconstruyo tus ojos.
Y el apuro se deshace como el azúcar,
giran cuchara, pensamientos y de a una
las capas de mi memoria
te devuelven en palabras, besos, piel.
La calle corre, ser: multitud en una esquina,
me encierro en mi misma.
Proclamo nuestra cita. La taza blanca,
la mente en blanco desvela, enjuagan
presentes, ayer nos marca.
Dulce brebaje, bebo retinas marrones,
espuma dulce y quererte por mil razones.
Salvador Dalí
Palabras con rastros nocturnos, con restos de luna...
Esas noches
La noche flota en el aire
con sus voces de ciudad,
con sus estridencias
y aún así es bella.
El aire tibio nos libera
ventanas, nos invade
y sugiere jazmines,
olores que traen
otras presencias.
La noche se desliza
en los cuartos, entra
en ellos y en las almas,
primeras noches de verano,
abusan la confianza,
nos consienten, subyugan
la ciudad es edificio y luna,
es la de siempre
pero a balcón abierto,
a asombro abierto.
Lunas
En la oscuridad de la noche
reflejos sobre el agua que corre,
en la ciudadana zanja las lámparas van
regalándonos brillos de luna virtual.
Van Gogh, Vincent
Palabras que ruedan, como rodamos nosotros...
Historia de transeúntes sin cabeza
Es difícil convivir con la locura
del mundo, atraviesa las rendijas
de las horas, embebe nuestras vidas.
Demencia globalizada...
dosis de indiferencia en comprimidos,
para mediáticas miserias: mediáticos olvidos,
sobredosis de insustanciales imágenes.
Así duermo, así vivo...
Y las pantallas nos reciben al llegar,
nos arrullan, en trasnoche arropan y sin más
nos entregamos, seres decapitados.
Sólo nos ve la luna
marchar descabezados,
ella tan dulce como muda,
observa sin azorarse.
Debajo la multitud gana las calles.
Círculos
Todo rueda:
las hojas que se caen,
grises las aceras,
rotan los bostezos
en un mar de indecisiones,
los sentimientos
se agitan, entrecruzan, evaporan,
la vida gira
y vivir es este rodar por ella
sin alternativa.
Edward Hopper
Tanto ha sido dicho... pero no puedo callar...
Todo el respeto...
todo el dolor...
revivimos la orfandad...
Mercedes Gracias.
Palabras sin voz... por vos
Tu muerte como otras, pocas, es razón
indeclinable para inventar un cielo,
(poco importa lo que en realidad creo).
La orfandad nos deja ese, su sabor,
amarga la tarde, te llora el alma,
hueco vivo, dulce e hiriente llaga,
en vos tantos invisibles se acallan.
Un cielo como ilógica persistencia,
un cielo, un ruego... muerte que doblega.
Mi mente abarca una visión cotidiana,
no hay resquicio, indicio, simple raja,
y el alma vaga como desconsolada.
Un cielo para Mercedes, excavemos la nada...
5-10-09.
Aires tibios, es hora de airear el alma...
Primera tarde cálida
Hoy entra el afuera irrespetuoso,
la calle habla o brama, el cielo es esbozo,
es una materia sin límite,
entra desde el vano o sale del cuarto,
confusión del adentro y el afuera.
El sol hace valer su presencia,
aires tibios, antebrazos descubiertos,
monitoreándolos: piel y tacto.
La vida recita sus voces de siempre,
ocurre que hoy nos roza, nos estremece.
Era un cielo
El paisaje estaba para compartirlo,
era uno de esos cielos inciertos
que transita entre matices, me corrijo,
que susurra las certeza de la noche.
Pudimos ofrecernos poco, pero mejor diré
eso escaso era demasiado. Simple ser
ojos para ir a miradas desde los tuyos
al collage de infinito y ramas. Sumo
espacio y su tibieza, silencio y tu abrazo.
Comprendí es un breve minuto memorable,
no hay papel, film, palabra, no cabe
sino en la mente, en eso llamado alma,
ella lo agrandará o lo ajará a desgaste,
lo molerá en olvidos, será tan nada
como alguna vez nosotros. Mejor besarnos,
bebernos, devorarnos junto con la noche,
manos, piel y el ahora sin memoria, tan errante,
ser con la noche este ahora inmemorable.
Gracias de la Primavera
Palabras en sociedad, palabras enmascaradas...
El día
La confidencia, lo secreto flotó,
se enhebró en mi oído, la hilvanó tu boca,
lo intrascendente respetó las cotidianas formas
y el azar tejió, destejió su trama caprichosa,
puntos de ella, irrelevantes cuerpos y urgencias
nos cruzamos saludos, escondimos el dolor,
desplegamos vanidades, a ras el pudor,
la sospecha. El amanecer y el ocaso, su ciclo,
el globo terráqueo en su rueda y con su giro
y acá, abajo del abajo, tan mortales vivimos.
Sociedad en máscaras
Beso la tuya,
te beso,
se resquebrajan
los velos,
ofrezco mi cara,
me tenso,
diré mi máscara.
Máscaras,
contrabando de ideas,
nos burlan,
se esconden detrás de ellas,
burlamos,
curvo mis labios no sonrío,
extiendo
un piadoso monosílabo.
Mascaras:
ordinarias, vulgares,
civilizadas,
hipócritas, ya nadie
puede andar
desprovisto de ella.
A contra
reflejo de las ventanas
la soledad
va tan de comparsa.
En horario
firmar, cruzar saludos,
ser dentro,
por fuera el mundo.
Les demoiselles d'Avignon
Pablo Picasso
Impersonal espacio, te mentimos nuestro lugar.
Bar
El cristal juega conmigo
o yo a través de él,
cuestión de reflejos,
el bar se duplica,
mirar sin dejarme ver,
leer la hora invertida
es desafío, la vida,
escudriñar, nos agitamos
habitantes de este instante.
Por fuera los autos, sus luces
y el interior desdoblado
en juego inocente se funden.
Una figura duplicada
me sorprende, la miro,
miro que me mira, canto alto,
salgo del juego, pido gancho.
Haikus de café
Son cuatro manos
se entrelazan y cuentan
de amor sospechas.
Cuchara en círculos
de espuma, café, borra,
la mente en ronda.
Vos y el cristal,
detrás figuras, otros,
tu soledad.
Bar, vozarrón,
suma de muchas voces
y un solo son.
Vidas, misterios
pasan fuera, se lucha,
aquí yo observo.
Dejarnos ser
en tregua, en amparo,
mesa y reparo.
De ellos sus sombras
en la pared sugieren
tantas historias.
Impersonal
espacio, te mentimos
nuestro lugar.
La vida se hace
también simple mirar,
breve pensar.
Vincent Van Gogh
Terrasse de Cafe
Voces que son la insistencia, resistencia... Simple aún...
Ayunarán de mí
Navegar por y con la noche,
rueda de hilados pensamientos,
mastico hiel, desasosiegos,
rumiar las propias razones,
las autocompasiones.
Si camino, corro y amo,
mejor es rescatarnos, prosaicos.
Beso, perjuro, busco colores,
detrás de veinticinco centavos
hay alguien con quien hablar,
detrás de los ojos que amo
están quienes reconozco amados.
Negra la noche puede devorarme
pero sé que me darás tus manos
y la noche ayunará de mí,
la desesperanza rondará su ir
mutando cuerpos, gastando sus tacos.
Es hora de masticar las rabias
a puro beso, generosos tus labios.
Y aún
Me quiebro, me estiro, me derramo,
aún puedo componerme,
el aire se puede oler a aire,
y simple, eso es extraordinario.
Me angustio, altero y desencuentro,
y en tus ojos, o en los míos enfrentados,
ya no distingo, a través de míos o tuyos,
es que me desenfrento a tanto.
Simple: podemos más de lo pensado.
Ricardo Carpani
Palabras como halagos, palabras como caricias...
Cachorra
Una hoja movida por el viento,
vigilante rotás orejas, el rabo,
el aire te juega tan ingrato
esa mala pasada, aún incauta
te derramás a ras, nuevamente,
manojo de pelos, alerta, presente.
Otra hoja te dará batalla en breve.
Recreo para plegar
Es un raro sabor a casi libre,
entre compromisos el tiempo mide
un giro de cuchara en el café,
cantos de pájaros en la brisa, ver
los frutos blancos nevando desde ramas,
noviembre y sus promesas se desgranan,
semillas sobre las baldosas desparejas.
Un gato anónimo y casual comparte
mi medialuna, huelo en el aire
anticipos de verano, humor porteño,
ruido de tráfico. Miro la hora,
el recreo de este día expira, sola
doblo en cuatro esta ambición de espacio,
esta fusión de verde y retina, cielo a retazos,
lo doblo, lo pliego, lo archivo y parto,
volver a laberintos, a conocidos cuartos.
En cualquier momento ese afuera,
prisionero y autónomo, se irá desplegando,
será difícil justificar como entro en contrabando.
Imagen de:
gloryandco.wordpress.com/
Rodar en el tiempo, rodar como monedas...
Capa sobre capa
Se nos van agotando los asombros,
masticar resquemores se hace rutina,
la espalda se curva en leve línea
por la que se desgajan sueños, planes.
Envejecemos lenta, irremediable,
ineludiblemente, me observo de reojo,
me enderezo, me maquillo, monto
un plan de convicciones guerreras:
-No dar tregua,
dulces mentiras,
dolorosas realidades.
Vivir es sobrevivir a estos desmanes
del simple día, no tengo motivos de queja
pero aún así me canso, me desdoble,
soy muchas en una jornada, y ellas
ya aturdidas en motín se me rebelan.
Siempre hay un cielo,
recorte, cuadro de luz,
fondo de nube, tenue azul.
descanso, en él abrevo la calma,
desde esa visión ya me resigno:
la vida marca.
Soy ya tan distinta,
y aún así la misma.
Caras de moneda
Cara y contra cara,
giramos como monedas,
cada uno se lleva
a sí mismo. Misterio
de soportarnos,
ya en tan poco creo,
ni en lo que toco y veo.
A veces mi intrigo,
dudo, ¿quién me mira
desde aquel espejo?.
Me alimento de nosotros, dulcemente nos degluto...
Con c de competir
comparto,
es un propósito tan amplio,
doloroso,
cuesta remontar el ánimo,
alar ánima
y reverso, realidad cotidiana.
Van años,
intento intenso, nada está
acabado.
Empezamos cada día.
Yo elijo
el hueco blando más que amado,
la contra forma
de tu espacio. Me anido y eso es grato.
Cenamos
No hay cerca vidrios empañados
donde garabatear tu nombre
ni lluvia que en gris nos arrope
a la par de la noche. Aquí estamos
masticando el cada día, sus zozobras,
mintiéndonos el sábado y la gloria
al reverso de la rutina. Aquí estamos:
más viejos, no puedo decir más sabios,
uno se obstina en reiterar los errores,
se diluye en causas perdidas, males menores,
y en esta liturgia del vivir comparto:
tu desconcierto, y no es poco, el amparo,
tu mansa calma, mi doblegada cólera.
La vida se nos pasa, enhebradas horas,
cuerpos golpeados pero vivos, me asombra
esta lucha a la par, aún me asombra.
Perez Celis
"Otoño Cinético"
Amigos,...lluvia, ...enredo de palabras...
Entrar en la lluvia
La lluvia se empeña en despeñarse,
cielo abajo, ciudad en trance
de penar por miles de motivos,
o sólo penar ahora por mojarse.
Lluevo con la inmensidad,
un punto mínimo que cae y va
desgajando: miedos y más miedos.
Intento existir y no ser vista,
meterme en la invisibilidad
que da la lluvia y nada más.
Masticar, digerir los temores,
seguir adelante, tal vez lo logre,
tal vez me hunda en el aguacero,
me diluya en sombra y en cuerpo.
Dosis de amigos
Sólo entre amigos desnudarnos
el ánimo, el ánima,
descarnada osamenta,
orfandad expuesta,
sólo entre amigos
lo que somos, tal
como somos, cuenta.
Y la vida comulgada
se dulcifica,. Desaguan:
voces, lluvia de palabras,
estar juntos, celebrar
la vida como es, como si nada.
Y nos sentimos mejores,
metamorfosis extraña,
se suman sueños, se olvida,
se sueñan imposibles,
amnesia momentánea.
Imagen de www.ciudadpoesia.com
Palabras llenas de hoy... (17 de mayo de 2009)
Nunca te conocí más allá del papel y de tu imagen, aún así te admiraba, te veneraba, con indiscreción te amaba.
Hoy este espacio me permite recordarte, simple lectora, respetuosa testigo de tu ausencia.
La vida o la muerte
quieren que reiteradamente
nos asumamos húerfanos,
de vos, en vos, creador
de un universo de palabras.
A veces inventaba
encontrarte, conocerte,
tan sólo a veces
tenía la osadía
de pensarte próximo
a vos, tan prójimo.
Penar por alguien a quién
nos unen sólo palabras:
como brazos, como anclas,
como antorchas. Te extraño,
ya nunca sabrás que tantos,
pero tantos te extrañamos.
Palabras nuestras...
Las palabras insistentes, ...
perseverantes...
se vuelven nosotros...
Nuestro aniversario
¿Existe acaso el tiempo?.
Admiro de vos cada centímetro,
cada uno de ellos, a su vez todo,
te miro y no me canso, tan sólo
dejo me invadas, yo te aprisiono
con brazos y piernas, rodeo e intento
creer el instante nos vuelve un cuerpo,
un torso, un esencial gozo, un sueño.
La noche nos devora, ella bosteza,
nos descubre enamorados, envejecidos,
amnésicos, tal vez incrédulos,
incapaces de percibir el tiempo.
De vos
Aún tu silencioso gesto
habla en un mudo lenguaje,
lo traduzco sin esfuerzo,
sin asombros ni recelos,
unificamos el verbo,
tus ojos, los míos, aire
en tejido de encuentro.
Si querés compartí tu comentario
o bien enviá tu mensaje a
elisa.poemar@gmail.com
Palabras que dibujan cielos..., horizonte...
Vértigo visual
Lote de cielo,
hueco proyectado en infinito,
entre paredes un bosquejo,
desde vos imagino
la inmensidad celeste,
un mar de nubes,
una fuga de formas solitarias.
Desde abajo, tarde blanca,
ella se anima a caer, a lanzarse, cala
la soledad de cemento.
Soñar horizonte, casi como olerlo,
rasgarlo. Subsuelos
de vivir, por este túnel la visión
no miente y cree alcanzar el sol.
Salvoconducto
Galopo por esta llanura vasta
de lo cotidiano, de la magra
ansiedad y los esfuerzos rotos.
Sobre palabras que se trenzan galopo.
Y existir es esta ilusión de decir,
de declamar, de declarar sin fin.
En el extenso horizonte se amalgaman
el cielo real y el mutilado grito escrito,
se confunden en una suelta de palabras:
vivir, respetar, sentir. Ellas estallan,
son voz, papel, lucha, salvoconducto
para sobrevivir desde las gargantas.
Paul Klee
Una muerte son muchas, dolorosas muertes...
Una muerte no es una sola muerte, son muchas…
Ellas nos regresan, nos asaltan, nos dejan huérfanos en forma reiterada.
El meridiano de tu muerte
De vos todo el amor
de lo que ha sido,
lo acunado y perdido.
De vos todo el horror,
inmodificable ella,
sorpresiva, nos vació
y nos llenó de ausencia.
Hay un antes y un después,
la vida se dibujaba extensa,
susurraba ser eterna.
Todo puede modificarse,
todo, menos las ausencias.
Noción de patria 1-5-01.
Los titulares nos desorientan,
poco entendemos pero sufrimos.
No hay país, velamos las consignas,
no hay razones, sólo a deriva
de los tiempos y los hombres
poderosos vamos, ¿qué es la tierra,
el compromiso político, la idea
del esfuerzo y de las metas?.
La nada extensa se deshace
entre palabras, entre reportajes
y crónicas: ese sabor lacerante a nada.
La mañana aún se abre iluminada,
entre ruidos y rituales nuestros,
los plátanos y las aceras se deshojan
las camino y crujen mis pasos,
como cualquier día, mi perro espera
su palmada, el café resbala
y calienta esta otoñal partida.
La ciudad taconea y bosteza,
los vecinos saludan y es estas
sensaciones de tierra, de patria,
de lenguaje y de presencias,
las que tapizan ser, ausencias,
las que conmueven el desconcierto:
¿qué ha quedado de nosotros en
ésta y no en otra, nuestra tierra?.
Caminamos velando a los golpeados,
mutilados sobrevivientes del sistema,
e incomprensiblemente el alma
se agita y se alegra, intuye, extraña
e inconsciente intuye, estamos en casa.
Palabras con memoria, con desmemoria...
La luz, esa luz
La luz de mi barrio,
sentirla, percibirla...,
es tan otra, tamiz de atmósfera
que diluye tornasoles,
gradúa intensidades,
luz que cobija gorriones,
que doblega enramadas.
Serán las bajas fachadas,
los viejos muros, las escalas,
serán aires de infancia,
el ritmo de la marcha,
la profundidad
de sombras...,
la memoria recobrada,
los olores, las distancias.
Caminar, entrar en la tarde,
es como retornar a otras,
muchas, dulcificadas tardes...
Minotauro
¿Es lo que pasó
lo que antes creía,
lo qué ahora creo?,
laberinto de memoria y años,
ay, no hay regreso.
Prisma, 1994.