Aires tibios, es hora de airear el alma...





Primera tarde cálida


Hoy entra el afuera irrespetuoso,

la calle habla o brama, el cielo es esbozo,

es una materia sin límite,

entra desde el vano o sale del cuarto,

confusión del adentro y el afuera.

El sol hace valer su presencia,

aires tibios, antebrazos descubiertos,

monitoreándolos: piel y tacto.

La vida recita sus voces de siempre,

ocurre que hoy nos roza, nos estremece.



Era un cielo


El paisaje estaba para compartirlo,

era uno de esos cielos inciertos

que transita entre matices, me corrijo,

que susurra las certeza de la noche.

Pudimos ofrecernos poco, pero mejor diré

eso escaso era demasiado. Simple ser

ojos para ir a miradas desde los tuyos

al collage de infinito y ramas. Sumo

espacio y su tibieza, silencio y tu abrazo.

Comprendí es un breve minuto memorable,

no hay papel, film, palabra, no cabe

sino en la mente, en eso llamado alma,

ella lo agrandará o lo ajará a desgaste,

lo molerá en olvidos, será tan nada

como alguna vez nosotros. Mejor besarnos,

bebernos, devorarnos junto con la noche,

manos, piel y el ahora sin memoria, tan errante,

ser con la noche este ahora inmemorable.




Sandro Botticelli

Gracias de la Primavera

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