Una ciudad, a retazos otras muchas...



























Fotografías Elisa V. Rezzonico





Parabrisas

Sobre el cristal de los parabrisas
otros cielos deformados duplican
su inmensidad entre las nubes.
Caen edificios como suicidas,
azoteas abajo, cómplices ventanas
callan entre hojarascas agitadas.
Belleza de estas visiones turbias,
una ciudad, a retazos otras muchas.


Las cato bajo displicentes zancadas.
El otoño se acuna amo de la mañana.







































Encadenados

El cuarto de fondo en mi reflejo,
acompasado es el ir del viento,
sobre el cristal me balanceo,
o es el pulso del planeta que gira,
estelas erráticas, líneas furtivas.
Mi rostro sonríe a la hoja en vaivén,
las vidas se estremecen, escalofríos.
Un cosmos armoniza movimientos.
Intuimos mutaciones, un soplo,
hilamos detrás, los sordos hechos.




































Fotografías Elisa V. Rezzonico

Nos embarga la tristeza....


Hoy 13 de abril nos embarga la tristeza. Eduardo Galeano abandonó la vida. Mejor diré, la vida tendrá que resignarse a prescindir de su arte, de su sabiduría, de su permanente compromiso para con ella.


Estos textos son anteriores a la fecha pero hoy los he convocados. Intentan acompañar nuestro desabrigo,  la desazón, nuestra simple orfandad.
Gracias por compartirlos.















Palabras sin voz... por vos

Tu muerte como otras, pocas, es razón
indeclinable para inventar un cielo,
(poco importa lo que en realidad creo).
La orfandad nos deja ese, su sabor.
Amarga es la tarde, te llora el alma,
hueco vivo, dulce e hiriente llaga,
en vos tantos invisibles se acallan.
Un cielo como ilógica persistencia,
un cielo, un ruego... muerte que doblega.
Mi mente abarca una visión cotidiana,
no hay resquicio, indicio, simple raja,
y el alma vaga como desconsolada.
Un cielo para Eduardo, excavemos la nada...




Testigo de partida

El filo de una vida quema,
remueve, socava la nuestra.
Amnésicos, esquivamos bordes,
negamos confines, torpezas,
nos chocamos contra el cristal
y él quebrado se estalla,
somos certezas astilladas.

Vivir también es esto de ir
tanteando vacíos, esquivos,
buceando, rehaciendo sentidos.

Borde del borde, me hiere
el sabor de la ausencia, puede
esta hambre de otros, de vosotros.

Pildora amarga que tomo:
saber que estamos partiendo,
sin el dónde, el cómo, el cuándo,
huérfanos, desnudos, despojados...