Lola Frexas
Parque y luna
El
parque me conmueve, siempre el parque,
él
y hoy una luna de oriente,
pedir
tres deseos, desear la suerte
envuelta
en gasas nocturnas. Irreverente
el
paisaje está allí y se ofrece
a
mis ojos habituados y aún perplejos.
La
soledad, los árboles, julio y sus tramas
tajean
horizonte, bosquejan hojarascas,
deseos
de brotes, la noche es una vasta
belleza,
un asombro, una admiración.
No
puedo pasar sin estremecerme,
luna
sobre el parque, la ciudad detrás se pierde,
se
doblega, se entrega, detrás continúa
y
nuestras vidas de ínfimos mortales.
La
imagen a ras de mis párpados late.
Sabor a Buenos Aires
(Bolívar
e Hipólito Irigoyen)
La
recova se curva, en caricia redonda
envuelve
la visión y la tarde,
todo
entra en una sola mirada,
se
dulcifica el sabor, labios y taza,
canela
y café, bruma inesperada
sobre
un Buenos Aires, tan gris,
muros
del Cabildo, gris de almas.
Y
yo aquí, me regalo esta grata
cita,
te enfrento ciudad amada,
espectadora
detallo cúpulas, rostros,
coloniales
formas, molduras desafiantes,
desde
dentro esta sensación de amparo
me
recrea un mundo inexistente,
te
observo y me deleito golosamente.
Lola Frexas