Aires tibios, es hora de airear el alma...





Primera tarde cálida


Hoy entra el afuera irrespetuoso,

la calle habla o brama, el cielo es esbozo,

es una materia sin límite,

entra desde el vano o sale del cuarto,

confusión del adentro y el afuera.

El sol hace valer su presencia,

aires tibios, antebrazos descubiertos,

monitoreándolos: piel y tacto.

La vida recita sus voces de siempre,

ocurre que hoy nos roza, nos estremece.



Era un cielo


El paisaje estaba para compartirlo,

era uno de esos cielos inciertos

que transita entre matices, me corrijo,

que susurra las certeza de la noche.

Pudimos ofrecernos poco, pero mejor diré

eso escaso era demasiado. Simple ser

ojos para ir a miradas desde los tuyos

al collage de infinito y ramas. Sumo

espacio y su tibieza, silencio y tu abrazo.

Comprendí es un breve minuto memorable,

no hay papel, film, palabra, no cabe

sino en la mente, en eso llamado alma,

ella lo agrandará o lo ajará a desgaste,

lo molerá en olvidos, será tan nada

como alguna vez nosotros. Mejor besarnos,

bebernos, devorarnos junto con la noche,

manos, piel y el ahora sin memoria, tan errante,

ser con la noche este ahora inmemorable.




Sandro Botticelli

Gracias de la Primavera

Palabras en sociedad, palabras enmascaradas...






El día


La confidencia, lo secreto flotó,
se enhebró en mi oído, la hilvanó tu boca,
lo intrascendente respetó las cotidianas formas
y el azar tejió, destejió su trama caprichosa,
puntos de ella, irrelevantes cuerpos y urgencias
nos cruzamos saludos, escondimos el dolor,
desplegamos vanidades, a ras el pudor,
la sospecha. El amanecer y el ocaso, su ciclo,
el globo terráqueo en su rueda y con su giro
y acá, abajo del abajo, tan mortales vivimos.



Sociedad en máscaras

Beso la tuya,
te beso,
se resquebrajan
los velos,
ofrezco mi cara,
me tenso,
diré mi máscara.
Máscaras,
contrabando de ideas,
nos burlan,
se esconden detrás de ellas,
burlamos,
curvo mis labios no sonrío,
extiendo
un piadoso monosílabo.
Mascaras:
ordinarias, vulgares,
civilizadas,
hipócritas, ya nadie
puede andar
desprovisto de ella.
A contra
reflejo de las ventanas
la soledad
va tan de comparsa.
En horario
firmar, cruzar saludos,
ser dentro,
por fuera el mundo.



Les demoiselles d'Avignon
Pablo Picasso