Las fechas no cuentan, afirmo sin convicción...








Ciudad País


Colage de rostros,
de cansancios a la hora del regreso,
recorto los fondos
y quedamos nosotros, los habitantes.
Se disuelven:
muros, embaldosados, paisajes,
y la ciudad habla,
este país de incrédulos y solitarios habla,
mucho nos han golpeado,
mucho hemos querido ignorar, a destajo
de futuros y de sueños.
Los gestos se marcan, se tensan los ceños,
buscar la salida,
no hay una precisa, sólo un resabio en la boca,
un grito que desborda.
Multitud que va de regreso, cada día
y su noche y su luna,
así retornamos perseverantes, sin excusas
a esta esperanzada
ceremonia, batallamos cada día, cada hoy
con su ayer y su mañana.














Pedro Luis Raota






Esta tierra

La tierra a veces duele, a veces nos apaña,
en ella se nombran a los amados muertos,
nos embebe con la simple infancia.
El aire, dulce aire, huele como huele
y es bastante, nuestro, respirable,
oxígeno para los sueños que vivimos,
materia hecha a presentimientos vivos.
Aquí la frase, el gesto son contraseñas,
la gracia cómplice tiene un único sentido.
Cada tierra merecer ser amada. Infinito
es el inventario, debes y haberes, motivos,
pero antes que lo inminente, lo definitivo
vale esta sensación carente de palabras,
esta incondicional noción de estar enamorada,
quererla es bastante, es demasiado y nos basta.

















Lola Frexas

Navegar desde esta limitada posición...






Vuelo porteño




Entre los dedos nacen plumas,
entre ellas plumones suaves,
los brazos se extienden, se abren,
buscan el borde del vértigo. Rotan
cúpulas hacia un distorsionado punto,
curvado está el límite del mundo.
La ciudad es azoteas, cornisas,
siluetas que se alejan mínimas.
El aire es otro, huele distinto,
los colores se filtran en caída,
trayectoria atravesando nubes.
La resistencia al vuelo me despeina,
plumajes y ropas, poco importan.
Ver la ciudad girar abajo,
míseros nuestros dramas giran debajo.


Portenauta



Y la luna mansa, grata,
estuvo conmigo. Urbana
oscuridad, con ella en alto
mi alma en colectivo viaja
más allá de esto entre manos,
esto tan magro como escaso.
Viajo con la luna, es mágico,
un cosmos porteño, navegando.






















Pérez Celis
Paraíso perdido