Palabras como halagos, palabras como caricias...







Cachorra


Una hoja movida por el viento,
vigilante rotás orejas, el rabo,
el aire te juega tan ingrato
esa mala pasada, aún incauta
te derramás a ras, nuevamente,
manojo de pelos, alerta, presente.
Otra hoja te dará batalla en breve.





Recreo para plegar

Es un raro sabor a casi libre,
entre compromisos el tiempo mide
un giro de cuchara en el café,
cantos de pájaros en la brisa, ver
los frutos blancos nevando desde ramas,
noviembre y sus promesas se desgranan,
semillas sobre las baldosas desparejas.
Un gato anónimo y casual comparte
mi medialuna, huelo en el aire
anticipos de verano, humor porteño,
ruido de tráfico. Miro la hora,
el recreo de este día expira, sola
doblo en cuatro esta ambición de espacio,
esta fusión de verde y retina, cielo a retazos,
lo doblo, lo pliego, lo archivo y parto,
volver a laberintos, a conocidos cuartos.

En cualquier momento ese afuera,
prisionero y autónomo, se irá desplegando,
será difícil justificar como entro en contrabando.





Imagen de:
gloryandco.wordpress.com/

Rodar en el tiempo, rodar como monedas...






Capa sobre capa


Se nos van agotando los asombros,

masticar resquemores se hace rutina,

la espalda se curva en leve línea

por la que se desgajan sueños, planes.

Envejecemos lenta, irremediable,

ineludiblemente, me observo de reojo,

me enderezo, me maquillo, monto

un plan de convicciones guerreras:

-No dar tregua,

dulces mentiras,

dolorosas realidades.

Vivir es sobrevivir a estos desmanes

del simple día, no tengo motivos de queja

pero aún así me canso, me desdoble,

soy muchas en una jornada, y ellas

ya aturdidas en motín se me rebelan.

Siempre hay un cielo,

recorte, cuadro de luz,

fondo de nube, tenue azul.

descanso, en él abrevo la calma,

desde esa visión ya me resigno:

la vida marca.

Soy ya tan distinta,

y aún así la misma.



Caras de moneda


Cara y contra cara,

giramos como monedas,

cada uno se lleva

a sí mismo. Misterio

de soportarnos,

ya en tan poco creo,

ni en lo que toco y veo.

A veces mi intrigo,

dudo, ¿quién me mira

desde aquel espejo?.


Van Gogh