Recurso
y nube
No hay
cordura, disimulo,
juego a
mantener el hilo oscuro
que
anuda hechos, lógico recurso
para el
teatro diario de cada día.
Detrás
de los rituales se desovillan
temores,
malhumores, llano de supuestos.
Entonces
elijo una esquina de ventana
con luz
y aires de fresca mañana.
Selecciono
una nube que pasa, sólo pasa,
en ella
navego, mar de distancias,
me elevo
para mirar desde lo alto en línea rasa
a este
rincón urbano. Y así casi huyo.
No hay
cordura, lo disimulo.
De esta
otra forma digiero al mundo,
ángulo
de vidrio y huida en claro oscuro.
No tengo
cordura, más lo disimulo.
Me
expando, bebo cielo, nubes de humo.
Tiempo
de uno, tiempo de nosotros
Escapar,
huir por un instante,
hacer
del aquí una dimensión propia.
Intento:
la luna ni se asoma,
olvidarme
que es de noche,
que la
calle habla su idioma
de
sonidos discordantes y ajenos.
Andar
por el ir de los pensamientos,
sólo sé
que es lo que amo,
que
sobrevivo sin gran despliegue
de
presencia, de glorias o de rastros.
No hay
huellas ni premio ni bandera.
La vida
es una incierta esfera
que gira
y nada queda. Giramos,
a los
amados me aferro y giramos.
No hay
realidad más tullida que esta,
involuntariamente
la vida nos desvela.,
no
reparan en mí, poco me importa,
no
seremos como somos, sí da pena.
Frente
al abismo de existir yo quiero
el
abismo tan amado de tu beso.
Delaunay Robert