La cinta gris me lleva hacia la nada...


















Viaje pampeano


Cuento, ¿cuántos van: cuatro o eran tres?,
las ramas se dibujan en tramas
de cortezas en su total desnudez.
La ruta es línea gris, la pampa
se abre en horizonte desmedido,
en meta inalcanzable, en calma
declama su realidad de infinito.
Cuento imágenes, promesas, nidos,
este agosto deshojado los delata.
Entre tantas tonalidades apagadas
la vida es un manchón entre las ramas.
La vida grita su presencia y el auto pasa.
Que otro maneje, soy una espectadora,
la cinta gris me lleva hacia la nada,
verde de eucaliptos, degusto cielo y distancia.





Paisaje: cruce de calles

Me distraigo, las luces cruzan,
simulan estelas rojas, amarillas,
que complicado sustraerme, como cintas
de colores los faros devanan
sus hilos de luz. La noche transa
sus deseos con los hombres, trafica
la mente vacía por esta mínima calma.
El afuera es confuso, vivir es difícil,
no hay estrellas, busco focos de luz,
no pensar, dejarse ir, ver como danzan
figuras, cuerpos, tristezas humanas.
Desconfío de nosotros, no hay resquicio,
moro, existo, teatralizo que vivo.
Mejor distraerme con la eterna noche,
los focos son astros que pasan, torpes
van calle a lo lejos, en perspectiva,
como sin dueños: se fugan las vidas.


Gentileza: Javier Ordóñez















blog comments powered by Disqus