Poemas para compartir



Regreso


El río permanece allí,
como todos los ríos del planeta,
son, están, corren en su belleza,
y yo aquí mordiendo calles...
Me acostumbraré como a todo...
me olvidaré de lagartos, recodos,
del sonido del agua monótono,
áulico, embriagante, surco rocoso...
El río y los atardeceres están
aunque no los vea y los olvide,
inevitable, punzante es regresar...
En semanas los zaguanes trenzarán
sombras y lunas, y algún secreto,
y envidiaré ventanillas de colectivos,
conseguirlas, poder sentarme
a deletrear con la ardua tarde
los colores de esa hora, de un barrio,
de cada esquina. El río corre
como la vida, invariablemente corren,
y nosotros nos mentimos destinos,
nuevas razones que desconocemos,
nosotros piadosamente nos mentimos.




Mañanas


Día luminoso,
la vida comulga en los colores,
la ciudad no es festiva y sin embargo...
la luz la recrea, invade sus espacios.
Te propongo
detallar la claridad entre los plátanos,
las veredas goteadas a sol y a sombras,
manchas en relieve, a doble plano.
El viento ondea
sus sombras sobre frentes estáticos,
el movimiento sigue su propio canto,
se enhebra en las cortinas, agita vanos.
Mañana de sol,
la vida no es más gris sobre los grises,
se escapa de lo inerte, se transmite,
vida sobre lo cotidiano, mar de lo simple...


Estrategias


Me sostengo, me repongo,
¿por qué espero algo de otros?,
contamos con beber el sol
y alcanza, el cuerpo se compone,
es como vivir sin la melodía
de mentirnos nuevas utopías.
Mi imagen dice poco de mí,
es mejor, con ella disimulo,
vivir es este oficio terco y duro
de morir un poco cada día.
Que no se sepa más de uno,
raspar del fondo de la rutina,
descascarar restos de suspiros,
que nos crean seguros, fuertes.
Por dentro las dudas y los sueños,
el afuera es un teatro extremo,
el afuera... que nos crean fuertes.
Hay que salir inevitablemente.


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