Rosario
otoño 13
Me
obsesionan las fachadas,
el
ángulo pertinaz de las ventanas...
las
imágenes desbordan,
sé que
bebí demasiadas...
Siento
desde mi tacto los muros,
las
salientes, sus planos absurdos,
bordeando
paredes,
mastiqué
cristal, reflejos
y el sol
multiplicado en exceso,
aires de
barrancas. Indigesta
la
ciudad se deglute,
y ella a
mí. Me confunde.
Las
calles me atraviesan, ya entregada
me lleno
de caminantes con su mañana.
Cornisas,
deslindes...
banquete
de confines...
la
ciudad y su río, exponencial romance,
voy
incauta, yo sólo rozo lo intangible...
Inversión
La
ventana mira al afuera,
confusión,
debería ser a la inversa
ir
desde mi vista hacia ella...
sobre
el muro verde, vivo,
cristal
a bisel y madera clara,
recuadro,
corrijo: es visión grata...
Riberas
Tu río
real es también el mío,
lo
presiento desde esta ciudad
tapiada,
yo ya ávida lo ansío...
Vos
hecha barrranca y costanera
aquí
soy testigo de los colores,
del agua
que arrastra soles...
que
duplica tus lunas llenas...
Tu río
es también el mío. Demoleré
fronteras,
muros, distancia a la vez,
la vida
pendiente abajo, corre ella misma.
Yo
encuadro ángulos, leo tus cornisas,
cimientos,
el lecho marrón nos unifica,
aguas
que corren, hablan las vidas.