Sólo táctica, ni siquiera estrategia
El ejercicio de la razón
me abruma pero pienso,
y es tan escaso lo que puedo.
Juego de causas y efectos,
ajedrez de intereses humanos,
mezquinos, piezas que se mueven,
alianzas, mar de dobles sentidos.
Desconectar la razón,
las acciones llegaran inevitables.
Mar de luz rueda en la tarde,
hay sonidos de pájaros, contra el muro
blanco un gato negro, equilibrio
de enramadas en este invierno frío.
Bebo del aire: simple inmensidad,
bebo de mi sombra: noción de existir,
bebo de tus ojos: amparo, dosis de olvido.
Sentir, sentir para no pensar,
goce del color, de la piel, ay,
ay de la cotidiana realidad.
Con el viento huyo brevemente,
no soy cobarde, sólo un poco diferente.
Desde nubes
¿Cómo concentrarme en las nubes?,
suenan sirenas, el aire ruge
su vozarrón urbano,
me urge recuperar la calma,
ellas pasan por lo alto,
muy por encima de nuestra locura.
Ciudad de alienados,
las bocinas agreden a los diálogos,
¿dónde caerán las palabras
cuando son heridas a mansalva?.
Y el cielo está aún encima,
ilimitado, celeste, con la distancia blanca
de un viaje de nube.
¿Cómo nos veremos desde las alturas?,
racimo, aglomeración, suma,
Recorrer el espacio, recurso para preservarse,
el cuadro de la ventana
se nos ofrece como posible, él alcanza,
infinitud dentro de un marco,
celeste más celeste, grises y la huida vasta.
Miguel Angel
Capilla Sixtina
