Matisse Henri
Cuestión de picar (a tabla y cuchillo)
Suma furias, desencantos,
en haces nos basta picarlos,
manojo de amarguras.
La tarde corre en el aire, hondura
de celestes, de aceras en infinito.
Me sociego, faz en alto respiro,
repaso las medidas del tiempo,
treinta, cuarenta años: no estaremos,
ni yo, ni los otros, ni ellos.
Ruedan hojas de plátanos,
marzo desata sus vientos.
Así: a tabla y cuchillo, a picar,
manojo de frases a filo se van,
pico penas, resabios, tac, tac...
Soplo al aire, a la nada se van.
Bailo, bailamos (a Celia)
Ante la porocidad de mi cuerpo
de sonidos y de ritmos me embebo,
esponjosamente, ávidamente.
Me acaricio con el corpóreo aire,
hay una tensión en movimiento.
Esbozo, casi es intento por desmentir
que la materia es algo impenetrable.
Cuerpos cribados, seres atravesados,
somos una parte y el todo, son y baile.
