Vidrio empañado
El vidrio se vuelve materia real,
se empaña y la tarde es más
que palabras mentadas entre labios,
más que una sospecha. La ciudad
entre vapores es simulada silueta,
lo habitual hace de sí un esbozo,
un bostezo, una presunción, un gozo
tan simple, ver el paisaje desdibujado,
tan mágico como a la vez es amado.
El mismo cuarto en gris enmarcado,
el detalle de un mismo barrio,
ventana, cristal, imagen que deslumbra,
el hoy se ve a través de las brumas.
Desconcierto
Tal vez ya casi estallo
en mil minúsculos pedazos,
me atomizaré en el viento,
ay, que locura,
vivir implica un desconcierto,
cuánto de lo que digo
es lo que descreo,
cuánto de lo que ansío
son inalcanzables hechos.
Ay, la locura
me invade, me abruma,
imposible no relacionarse,
no hablar con otros, compañeros
de esta angustia colectiva,
precarios marineros
en esta balsa a la deriva.
Rogelio Polesello