Construirnos el amor...
A mansalva nos desgasta
esta intemperie de vivir,
que poco quedamos de nosotros,
¿y aún somos
los mismos, los primeros, los que fuimos?.
Aún somos
una preocupación, una pena por el otro,
una transacción:
de horas, de existencia, de deseos.
Y aún somos
dos que se buscan y se revelan
ante la prueba
eternamente difícil de ser dos,
¿quién dijo
que no es doloroso esto del amor,
quién mintió?
y nosotros incautos le creímos.
Te amo hasta
que duele y harta, hasta que redime y exonera,
loca manera
de ser dos en una sola convivencia,
en un único
espacio, continente, alma terrena.
Somos unitarios
y entre nuestros lazos la materia
se disuelve,
el micronésimo instante del abrazo.
Nuevamente
somos dos en el intento diario
de ser, supervivencia
entre millones, unos que sumamos dos.
Inevitable:
gozo y ardor de construirnos el amor,
inexacta suma:
dos nocturnos boqueándole a la luna,
y esta excusa
de existir para ser dos y la vida, una.
Ricardo Carpani

Hijos
Salen desde mí y vuelan,
me gustan sus trazos, verlos,
reconozco que a la par temo.
Y me extiendo, libélula,
aires que no respiro y bebo,
esto también es bello.
Mirar desde otro ángulo,
girar en puntos ajenos.
Sé que sólo vivo lo propio,
nada por otros será hecho
pero salen de mí a aires
tan distintos, y aún es bello.
Y la vida empapa, dulce vértigo,
y la vida que corre es esto.
Yo, temerosa, pido por ellos.