Tilos de Constitución
Huelo el olor de los tilos,
huelo revuelo de aromas,
la imagen se torna otra:
una olfativa visión,
el colectivo se sumerge,
su nariz de ventanillas
se dilatan. Viaje de ida
y vuelta sobre el asfalto,
trajinando rostros opacos
que ni miran a esta vida yerma,
geografía de calles del sur,
de mujeres que hacen la calle,
de infancia que crece en la calle.
Los tilos nos transportan
y este atardecer se brota
de ensueños inexistentes.
Las casonas descuidadas,
las veladas casas tomadas
y nuestra rutina resignada
se aroman con tilos, a tilo.
Se asola de belleza, esta cruda,
palpitante imagen, única,
de una vida que también es vida,
crucificada para muchos,
por suerte para mí extraña
y ajena. Yo comulgo con mi viaje.
Se aroma irrepetible la tarde,
dulcificada se evapora esta tarde.
Paradoja
Cada mínima ventana
retacea trozos de infinito,
nos resta descubrirlos,
simplemente: usarla.
Lola Frexas
(acuarela)