
Isla Negra
La casa del poeta...
habla por él lo impensado,
lo insospechado,
¿sería esa su consigna?,
perduración de vida,
los detalles lo delatan,
esculpen a palabras
la historia que el tiempo devana.
Sentido y persistencia,
tanto desconozco, aún así se tensan
percepciones, gozo,
ritmo y cadencia, festiva presencia.
Mar azul en torno,
no importan razones ni propuestas,
él hizo de vivir
una comunión perpetua, claro fin.
Embeberse, cielo añil.
Turista
Correr la imagen de mar,
como mover una cortina,
ver detrás a la ciudad
latiendo, ahí palpitan
las voces del mercado,
conversaciones flotando.
Detrás de tanto paisaje
los días van portando
cada uno de sus seres,
son un mínimo infinito,
un simple, ancestral rezago
de amor y desamor.
Tajear como a un velo
al inmenso, soleado cielo,
debajo la humanidad haciendo
de vivir su silencioso,
persistente, irrenunciable,
andamiaje de esfuerzos.
Viajar a la par de tantos,
la ciudad y su vera de mar...
viviente animal, la urbe
susurra: -La vida que fluye....